Conversaciones con la eternidad
Una entrega del "espíritu" de Victor Hugo


“... Tú, tu trabajo póstumo puede ser aun algo viviente, de modo que ha ciertos intervalos pueda hablar a la posteridad y decirle cosas desconocidas que habrá tenido tiempo de madurar en la sepultura. Lo que es imposible hoy en día es necesario mañana. En tu Última Voluntad Testamento, espacia tus trabajos póstumos, uno cada diez años, uno cada cinco años. ¿No puedes ver la grandeza de una tumba que, de tiempo en tiempo, en periodos de crisis humana, cuando alguna sombra pasa sobre el progreso, cuando las nubes eclipsan el ideal, de repente abre sus labios de piedra y habla? La gente busca; tu sepultura encuentra. La gente duda; tu sepultura afirma. La gente niega; tu tumba demuestra. ¿Y que demuestra? Lo que contiene; demuestra, con no sé que oscura y solemne autoridad todas las verdades que hoy aún se encuentran en el futuro. Tu muerto ayudas a los vivos. Tú, mudo los educas, Tú invisible, los ves."


Conversando con la eternidad